viernes, 15 de enero de 2010

Quejas a dos euros

No. No me apetece hablar de otra cosa.
Puedes ignorarme, pasar de mí, no contestar a lo que escribo, ni siquiera leerlo. Puedes hacer lo que quieras, yo no te obligo.
Aún así sé que no te es indiferente. El pasado martes una tragedia aconteció en Haití, ese país del que ahora todo el mundo conoce algo y llora por él. Mi relación con Haiti viene de más atrás.
Cada uno tiene sus problemas: el grano de la mañana, perder peso, estar guapo para salir o ir a clase, estudiar, jugar, ganar o no perder.
Quizá sea hora de empezar a pensar en los problemas de los demás. Nunca es tarde si la dicha es buena, aunque del dicho al hecho hay un trecho, así que no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy y acepta estos dichos, porque el que no coge consejos, no llega a viejo, y si tú eres así, de tal palo tal astilla.

Vuestras desgracias serán sonrisas para otras personas más desgraciadas todavía. 

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