Soy utópico

Van a ser cinco meses. Algo más de la mitad de una gestación humana. Cinco meses compartiendo momentos de todos los tipos. Cinco meses haciendo lo imposible por conseguir mis objetivos. Cinco meses poniéndome triste por no tenerlos. Cinco meses estando feliz cuando estás a mi lado, Gemma.
Van a ser cinco meses y la sensación que me queda es de desilusión. Pero también de convencimiento de que no es mi culpa. Yo lo intento cada día. Bien sea recorriendo la ciudad mas grande de Catalunya a pie, o bien sea delante de un ordenador horas y horas enviando documentos y buscando nuevos lugares.
Me desmoralizo, por supuesto que sí. Yo que soy perseverante en lograr mis objetivos, que intento no ponerme nervioso ante nada, que le busco el lado bueno a las cosas... Yo que hago todo eso en mi vida, que soy así, me desmoralizo. Me desmoraliza haber estudiado durante cinco años una carrera universitaria, durante dos años una formación para poder acceder a esa carrera, y durante otros diez años, una enseñanza obligatoria que me permitiera tener un nivel cultural aceptable. Yo que me considero cualificado para desarrollar trabajos que ni siquiera existen, tengo que adecuar mi currículum para que me rechacen en un bar, en un supermercado.
Por supuesto que algo habré hecho mal. Que no cese en mi intento no significa que lo esté haciendo bien. Pero hoy no quiero culparme a mí solo. Hoy la culpa también es vuestra.
Hoy creo que no quiero darle un futuro semejante a mis descendientes. Voy a hacer lo imposible para que no tengan que ser rechazados en labores que ni siquiera quieren realizar por tener capacidades superiores a las exigidas en esos trabajos.
La utopía es cambiar la mente humana, el mundo.