miércoles, 20 de octubre de 2010

Te cambio un euro por dos

Nunca un sentimiento dura de por vida. Y no me refiero al amor. Eso ya da igual. Todo el mundo habla de lo mismo, aunque ya se sabe todo.
Yo hablo de otros sentimientos más materialistas, más físicos. A veces os odio, aunque eso también da igual, odio y he odiado tantas cosas... pero la mayoría era odio de mentira. El odio es un sentimiento, y por tanto no dura.
Lo que tampoco dura de por vida es la mala suerte. Es matemáticamente imposible. ¿Imaginas una vida llena de cosas que no son agradables?
Algo que fue muy agradable en mi persona ocurrió el otro día en el tren. Un niño empezó a tocarme con sus manos mugrientas de la palmera de chocolate que se acababa de comer. La palmera era grande y creo que había compartido un trozo con otro niño un poco más grande que viajaba en el mismo tren. El "otro" no era español, y gracias a las malas experiencias y la sociedad en la que vivimos tuve un mal pensamiento acompañado de un prejuicio (aunque sé que en mi anterior post dije que tenía que borrarlos de mí). Ese mal pensamiento consistía en que la madre del niño poseedor de la palmera había reñido y llevado consigo a su hijo después de que éste intentara hacer un amigo compartiendo su riqueza.
Mi único razonamiento para pensar eso fue mi sentimiento (aunque la cara del "otro" mirando fijamente al niño y su palmera también ayudaba a que pensara), aunque, como ya he dicho, no duran para siempre.

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