"No puedo seguir así", me dice con los ojos rojos de tanto llorar; "tranquilízate", le digo firmemente yo.
"Es superior a mí", afirma después de blasfemar; "tranquilízate", opino por lo bajo yo.
"Ojalá fuese diferente", me comenta cuando todo tiene pinta de ir a peor; "tranquilízate", le comento para que se evada de la realidad.
"Lo mejor será pensar en las soluciones", concluye su explicación; "tranquilízate", pronuncio muy lento para que no se sienta mal del todo.
A veces la vida no es de colores. Ni siquiera el día de Navidad.
Aunque también es cierto que yo de la vida sé más bien poco.
Gracias por leer lo que no sabía si poner.
Me gusta la entrada, me gusta tu nuevo formato de blog :)
ResponderEliminarSigue escribiendo, parece que te deshaces un poco de los problemas si los escupes en una página...
Y feliz Navidad :)