miércoles, 3 de julio de 2013

Lo malo es que voy solo

Fecha: 3 de julio de 2013.
Lugar: Barcelona.
Aún recuerdo cuando me dijeron que empezar un texto con número estaba mal. Y cuando aprendí a puntuar. A mí manera, por supuesto, pero aprendí.
También recuerdo los años de inferioridad, de recelo, de vergüenza. Y me río. En unas horas lo haré allí, junto al río que me vio crecer. Y morir a veces.
-"¡Qué roja está tu cara!"- decía mientras clavaba en mi pupila su pupila azul.
-"Bueno, al menos algo de consuelo siempre me queda por saber que tú estás aquí"- le contestaba.
Y vaya que si lo estaba. Da igual que fuera solo, con ellos o que me imaginara que me sentaba a su costado. El río nunca me abandonaba, aunque a veces hiciera amagos.
Más bien yo lo abandoné a él. Lo cambié por otros. Pero aunque no me crea, él es él y yo siempre vuelvo. De visita, pero vuelvo.
Y junto a él estarán todos los demás. Mejor dicho, casi todos. Lo malo es que voy solo. Será una de las últimas excepciones que confirmen la regla.
¿Cualquier regla ha de tener excepciones? ¿Cualquier cosa tiene solución? ¿Incluso las soluciones?
Lo hablaré con él. A solas, como las buenas cosas. Volveré más sabio. De eso no tengo ni una duda.
Fecha: 3 de julio de 2013.
Lugar: Beniel.

Tu pupila es azul, y cuando ríes
Su claridad suave me recuerda
El trémulo fulgor de la mañana
Que en el mar se refleja.

Tu pupila es azul y cuando lloras
Las transparentes lágrimas en ella
Se me figuran gotas de rocío
Sobre una violeta.

Tu pupila es azul y si en el fondo
Como un punto de luz radia una idea,
Me parece en el cielo de la tarde
Una perdida estrella.

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